Shakira y Piqué llegan a un acuerdo por la custodia de sus dos hijos

Han pasado cinco meses desde que, el pasado mes de junio, la cantante Shakira y el futbolista Gerard Piqué anunciasen mediante un comunicado su separación tras 12 años de relación y dos hijos en común; Sasha, de 11 años, y Milan, de 9. Desde aquel anuncio, la gran pregunta se centraba en qué pasaría con sus hijos, puesto que sus padres tenían proyectos que les alejaban. Piqué continuando su carrera en Barcelona, donde tenía contrato hasta junio de 2024, por lo que dio la sorpresa la semana pasada al hacer pública su retirada inminente del fútbol; Shakira, apostando por su música y con residencia en Miami (EE UU). Al fin, a última hora del lunes 7 de noviembre, la expareja ha llegado a un acuerdo por el que la colombiana se queda con la custodia de los niños, según confirman a EL PAÍS fuentes cercanas a la artista.

Cuando pase el periodo navideño y arranque el año 2023, Shakira se irá a vivir con Milan y Sasha a Miami, tal y como han confirmado fuentes del entorno jurídico de la artista a este diario. Tras pasar el lunes entero negociando durante más de 13 horas, a la 1.30 de la madrugada del martes la expareja —guiada por sus abogados— consiguió llegar a un acuerdo. A falta de conocerse los detalles del acuerdo (que ya ha sido firmado), que llegarán a través de un comunicado las próximas horas, en principio Piqué podrá cruzar el Atlántico para ver a sus hijos tantas veces como quiera y los gastos correrían a cuenta de los dos.

El objetivo del acuerdo es uno y claro: proteger a los dos niños. Los pequeños están expuestos a un acoso mediático incesante en Barcelona, donde ayer, sin ir más lejos, más de media docena de paparazis estaban apostados a la puerta de su casa. La cantante siempre ha querido evitar esa exposición a sus hijos, que en los últimos meses, tras la separación, se ha visto acrecentada. “Él está de acuerdo y ha entendido perfectamente que viven en un mundo donde son acosados mediáticamente, desde la puerta del colegio hasta con fotógrafos escondidos detrás de las macetas”, relatan esas fuentes jurídicas. Los niños se enfrentan a fotógrafos, periodistas y a comentarios desagradables en su entorno. De ahí que Piqué haya decidido ceder ante la petición de Shakira de llevárselos a América. Sus padres, colombianos, tienen la nacionalidad estadounidense, y ella pasa largas temporadas por trabajo en Miami.

En la idea de la protección de los niños inciden también desde el despacho Tamborero, que ha defendido los intereses de Gerard Piqué. “Ambos han hecho un gran esfuerzo por llegar a un acuerdo y así evitar a los niños un procedimiento contencioso. Era una línea roja para ellos”, reconoce a EL PAÍS Ramón Tamborero, cabeza del bufete y con más de cuatro décadas de experiencia en derecho de familia. El letrado incide, en un plano personal, en que “Piqué ha mirado por encima de sus propios intereses, por encima de todo”. “Ha hecho un gran sacrificio como padre, a cambio de aceptar y evitar que sus niños tengan que judicializar sus vidas”, asegura.

Quienes conocen a Shakira afirman que sus hijos son el centro de su vida. “En eventos, en conciertos, entre grabaciones… ella le ha dado el pecho a los niños siempre, en reuniones, donde sea”, ponen de ejemplo fuentes cercanas. De ahí que la constante exposición mediática resulte muy incómoda para la vocalista, y que quiera alejarles de la ciudad catalana. Por eso ella ha insistido en que Barcelona se les queda pequeña y que necesitan más privacidad. Aunque los abogados han tenido un papel fundamental en el proceso, la cantante y el futbolista se han visto cara a cara hasta en cuatro ocasiones para hablar del asunto. “Él ha convenido que por el bien de los niños es mejor que cambien de lugar de residencia y hagan su vida allí”, aseguran esas fuentes de su entorno. “Un juicio habría sido desagradable, tenso, muy mediático… Gerard es una buena persona. Tiene carácter, pero es buen tipo, un tío brillante. Las relaciones se desgastan, pero tanto él como ella han sido muy sensibles para entender que por el bien de los niños inicien una nueva vida”, aseguran, algo que reconocen, además, como “un gesto de madurez” por ambas partes.

Shakira ya adelantó parte de ese compromiso de ambos con la educación de sus hijos en la única entrevista que, hasta el momento, ha concedido, en la revista Elle el pasado septiembre: “Independientemente de cómo terminaron las cosas o cómo nos sentimos Gerard y yo como expareja, él es el padre de mis hijos. Tenemos un trabajo que hacer para estos dos niños increíbles, y tengo fe en que descubriremos qué es lo mejor para su futuro y la solución justa para todos. Y espero y agradecería si nos dieran el espacio para hacerlo en privado”. También entonces explicó, como citan ahora quien la conocen, que en ocasiones los niños se enfrentan a comentarios desagradables: “Intento protegerlos, porque esa es mi prioridad en la vida. Pero luego, en el colegio, escuchan cosas de sus amigos o se encuentran con noticias desagradables en internet, y simplemente les afecta”, contó a la revista.

Ocho años después de asentarse en Barcelona, y con una causa fiscal pendiente, ella decide marcharse de España. Su vida este tiempo en la capital catalana ha sido “rica y plena”, aseguran fuentes de su entorno, pero esa etapa ya está superada. Aunque la pareja ha pasado más de una década junta (se conocieron en 2010 e hicieron pública su relación en 2011), al parecer no fue hasta que Milan fue escolarizado que la cantante se asentó en Barcelona. En 2010 y 2011 realizó una gira mundial por Canadá, EE UU, Europa y América Latina; entonces Shakira y Piqué se veían en Japón, en Israel, en Berlín… En 2012 se quedó embarazada y su hijo mayor nació en enero de 2013 en Barcelona, aunque hasta el último momento ella pensó en tenerlo en Miami; finalmente, los compromisos profesionales de Piqué con el F. C. Barcelona hicieron que naciera en España.

El acuerdo está cerrado y la marcha de Shakira y de sus hijos es inminente, en un par de meses. “En las relaciones jurídicas de familia prima el mutuo acuerdo, y si hay, se puede ejecutar al día siguiente”, afirman. Han decidido esperar a que pase la Navidad porque, en todo caso, ambos han actuado de buena fe y de mutuo acuerdo. Porque, como reconocen las fuentes cercanas a la cantante, “en un pleito la degradación para los dos iba a ser brutal”. Una idea que remachan desde el despacho Tamborero: “Aquí no han ganado ni ella ni él. Quienes han ganado son los niños, que van a poder estar con su madre y van a poder ver muchísimo a su padre”.

Shakira, de 45 años, y Gerard Piqué, de 35, se conocieron poco antes del Mundial de Fútbol celebrado en Sudáfrica en el verano de 2010. Meses después oficializaron su relación; según ha contado él en alguna ocasión, detalles como que cumplieran años con exactamente una década de diferencia (ella nació el 2 de febrero de 1977; él, el 2 de febrero de 1987) les hizo sentir que estaban “predestinados a encontrarse”. Su primer hijo nació en enero de 2013; el segundo, justo dos años después. En 2017 ella pensó en abandonar su trabajo, como ha contado en alguna ocasión. Desde hace unos años, además, Shakira está envuelta en un juicio por fraude fiscal. La Fiscalía presentó sus conclusiones sobre el proceso antes del pasado verano y solicita una pena de ocho años y dos meses por defraudar a la Hacienda española 14,5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, al evitar el pago del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio. Por ello, el Ministerio Público solicita el pago de una multa de 23,7 millones. Descartada la posibilidad de un pacto, en septiembre la jueza decidió que habrá juicio. Falta fijar la fecha. Entonces, Shakira deberá volver de Miami para sentarse en el banquillo.

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Shakira y Piqué llegan a un acuerdo por la custodia de sus dos hijos