Rich Robinson, de Black Crowes: cómo llegó a tocar para Jimmy Page, las peleas con su hermano y el guitarrista argentino de la banda

“¿De qué me acuerdo? De que hacía un calor de morirse”, dice Rich Robinson sobre la última -única- vez que pisó Buenos Aires con los Black Crowes. Se acuerda bien: el termómetro aquel día marcó 32.7 grados de temperatura máxima que, en combo con el 74% de humedad, convirtieron en un suplicio la velada en la que abrieron para Page y Plant en la cancha de Ferro. Con todo, el concierto (de sólo siete canciones) se le grabó en la mente no sólo por cuestiones térmicas: “Argentina ama el rock n’ roll”, dice, mientras se dispone a volver a encontrarse con aquellos espectadores dementes (o con sus hijos) este jueves, en el Luna Park.

La conexión local del guitarrista no se agota en aquel mini show: en 2017 dio una fecha en el Teatro Gran Rivadavia y otra en el marco del Cosquín Rock. En ambas lo acompañó Nico Bereciartua, a quien había conocido gracias a un cover de su tema “Baby” que el hijo y socio de Vitico en Viticus le había mandado por redes sociales. La onda fue instantánea: poco después Nico tocaba en The Magpie Salute, la banda que Robinson formó para despuntar el vicio mientras los Crowes -pelea a muerte con su hermano Chris mediante- estaban separados. Hoy la bronca fraternal quedó en el pasado, el grupo está de vuelta en el ruedo y Nico cumple su sueño de acompañar a su héroe y amigo como miembro oficial de los Black Crowes.

Estuvieron tocando en Australia, dieron un par de shows en Estados Unidos y ahora vienen a Sudamérica. ¿Cómo está yendo todo en este tour?

Está buenísimo, todo muy bien. Lo empezamos hace dos años. Tocamos por todos lados: Australia, Japón, toda Europa, Norteamérica, y ahora estamos yendo a Sudamérica. Nos entusiasma mucho estar de nuevo en esos lugares. No vamos con los Black Crowes a la Argentina desde hace 26 años o algo así. Creo que en el 96 fue la última vez que fuimos…

¿Qué pasó con esas veinte canciones que dijiste que tenían compuestas? ¿Las van a grabar después de esta gira?

Bueno, ahora son cuarenta. Y sí, las vamos a grabar. Dejamos Sudamérica e inmediatamente nos vamos a Nashville a empezar a trabajar con nuestro productor. Vamos a entrar a estudios en mayo o junio.

¿De qué forma es distinto hacer música para los Black Crowes y para tu proyecto solista o para Magpie Salute? ¿Cómo funciona tu sociedad autoral con Chris?

Normalmente a mí se me ocurre la música, algún tipo de formato de canción, y se la mando. O estamos en el mismo cuarto y él arma las melodías y las letras y después trabajamos todo juntos. Hay algo muy bueno en la colaboración, especialmente con Chris. Juntarse en la misma habitación a trabajar. Con Magpie era un poco distinto porque yo invitaba a todos a componer, así que Marc [Ford, ex guitarrista de los Black Crowes] y John [Hogg, cantante] escribieron un par de temas. Era un trabajo distinto.

Hablando de Chris: vivieron momentos duros. ¿Qué tuvo que pasar para que volvieran a trabajar juntos? ¿Se encontraron en una habitación y se dijeron todo o fue un proceso más gradual?

Pasamos casi ocho años sin hablarnos. Yo estaba con Magpie y algunos patrones empezaron a aparecer otra vez. Marc Ford volvió a sus viejas costumbres y todo se estaba volviendo muy destructivo. Se la empezó a dar contra la pared otra vez: a tomar, a drogarse… estaba barranca abajo, y eso ya lo viví varias veces. Así que dije “man, no voy a hacer esto otra vez, poner todo este esfuerzo emocional en esto para chocar de nuevo”. Yo estaba haciendo las canciones de High Water II (2019), y son todos temas de rock n’ roll y eso me hizo pensar “me gustaría que Chris escuchara esto, que Chris cantara acá”… ya sabés. Yo siempre compuse para su voz. Así que se lo mencioné a un amigo en común: “escribí estas canciones y me gustaría que Chris las cantara”. Lo dije medio al pasar, porque a fin de cuentas es mi hermano y mi socio creativo. Pero también soy fan de lo que él hace. Quiero decir: nadie lo hace como él. Así que se lo dije a un amigo, y resultó que él le dijo lo mismo al día siguiente. Así que una cosa llevó a la otra y llegamos al punto en el que pudimos volver a hablar y tuvimos esas conversaciones que nos hicieron avanzar. Queríamos hacer cosas juntos, queríamos que nuestros hijos se conocieran, y bueno… una vez que todo progresó decidimos intentarlo otra vez porque teníamos una idea muy fuerte de lo que queríamos hacer. No queríamos que esto fuera una cosa de una sola vez por la plata. Nos ofrecieron plata todos los años desde que nos separamos para hacer un tour. Nosotros queríamos hacerlo bien y no repetir los viejos patrones. Queríamos que estuviera bien hecho y fuera sano, y traer gente nueva porque las únicas personas que podemos controlar somos nosotros mismos, y si volvés a encontrarte con los disparadores de antes repetís todo. No iba a funcionar. Así que tomamos la decisión consciente de conseguir gente nueva. Y hasta ahora todo salió perfecto. Chris y yo tenemos una relación genial. Hablamos todo, no hay peleas. Es buenísimo.

A veces la prensa se ensaña con bandas de rock clásico, como si estuvieran copiando algo del pasado. ¿Sentís que fueron injustos con ustedes por haber hecho rock n’ roll en la época del alternativo y el grunge?

En realidad nosotros salimos antes que el grunge y de alguna manera fuimos un catalizador para derribar la escena del heavy metal de bandas como Poison, Warrant y todo eso, que era lo que estaba de moda en ese momento. Nosotros aparecimos en 1990 e hicimos estos discos de rock n’ roll porque era lo que nos gustaba. La escena en Atlanta era muy alternativa. REM salió de la nada en el sur y crecimos escuchándolos a ellos, a los Ramones, a Dead Kennedys, los Sex Pistols y cosas que fueron surgiendo por aquellos años. Había una escena en Los Ángeles que se llamaba The Paisley Underground que tenía bandas como los Long Ryders o The Rain Parade. Así que había escenas alternativas por todos lados. En Minnesota estaban los Replacements y Soul Asylum y nosotros venimos de todo eso desde la actitud y desde cómo veíamos la música. Queríamos que nuestra plataforma fuera el rock porque sentíamos un parentesco con eso. Cuando salió era rebelde e independiente y no era sobre la guita y no se vendía, y por eso decidimos que si alguien iba a escuchar nuestros discos, viera el viaje que hicimos. Tenía 19 años cuando hicimos Shake Your Money Maker. Tenía 21 cuando hicimos Southern Harmony, 23 en Amorica, 25 en Three Snakes and One Charm. Era joven. Éramos nenes. Hacíamos esos discos, teníamos nuestras experiencias y poníamos esas experiencias en canciones. En eso salió Nirvana, pero si lo pensás Nirvana era una derivación del punk rock. Les gustaba The Replacements, The Police, y había otras bandas como Soundgarden que tenían como influencia a Black Sabbath, a grupos pesados los 70. Así que la idea de que alguien estaba haciendo algo absolutamente original era absurda. Todos estamos influenciados por alguien, en la vida y en la música. Así que si alguien dice que copiamos algo nunca escuchó nuestros discos. Por supuesto que amamos un montón de bandas. Amo la música clásica. Amo a Nick Drake. Amo el jazz. Y amo el rock n’ roll. Todo eso es parte de lo que hago y de lo que hace Chris.

No mucha gente hizo lo que vos hiciste: tocar guitarra rítmica para Jimmy Page. ¿Cómo viviste esa experiencia?

Jimmy es un ser humano súper dulce y talentoso. Me divertí terriblemente tocando esas canciones. Crecí escuchando a Zeppelin… O sea: ¿quién no en esta tierra? Cuando conocimos a Jimmy habíamos estado de gira con Robert, abriendo sus shows en arenas, y nos hicimos amigos porque a Robert le gustaba mucho lo que hacíamos y de dónde veníamos. Y entonces, cuando se juntaron otra vez, nosotros estábamos por hacer tres noches en el Royal Albert Hall de Londres, y Robert nos preguntó “¿puedo traer a Jimmy?”. Nosotros dijimos “y… sí, nos encantaría conocerlo”. Y entonces Jimmy vino, y después viajó a París a vernos otra vez y quiso zapar con nosotros. Tocamos un blues. Debe haber sido “Shake Your Money Maker” o algo así, no me acuerdo. Pero nos divertimos mucho. Y entonces salimos de gira con Page y Plant por Europa y Sudamérica, y nos hicimos amigos con Jimmy, y surgió este evento de caridad que Jimmy quería hacer y nos preguntó “¿quieren tocar un par de temas de Zeppelin conmigo?”. Nosotros estabámos tipo “esto es fucking increíble”. Estábamos de gira con Aerosmith por Europa en ese momento, íbamos a tocar con ellos en Wembley, los tiempos daban y dijimos “bueno, a la mierda”. Así que fuimos y nos divertimos. Nos aprendimos unas canciones, creo que “In My Time of Dying” y un par más, Joe y Steven subieron a hacer “Whole Lotta Love” con Jimmy y todo salió orgánico. Y todo se convirtió en algo más grande, pero tenés que estar a tono. No podés quedarte parado en el escenario onda “fa, ese es Jimmy Page”. Tenés que tocar lo tuyo. Y Jimmy de verdad ama la música, te dabas cuenta de que estaba como un nene. Tocaba y tocaba su guitarra. Fue impresionante, y en una de esas nos dice “¿puedo tocar una de sus canciones?”. Quería tocar “She Talks to Angels” porque le gustaba, y lo tomamos como un gigantesco cumplido. Así que nos pasamos ese verano tocando canciones de Zeppelin con Jimmy: lo mejor del mundo.

Quiero preguntarte por Nico. ¿Qué viste en ese video que te mandó que te llamó tanto la atención entre tantos guitarristas que te deben contactar?

Cuando me lo mandó tuve una sensación… de él como persona. Me lo envió y pensé “no es falso”, ¿viste? Así que le escribí y me agradeció. Eso fue increíble. Entonces dijo “hey, vos a estar en Florida”. Iba a ver unas bandas a Estados Unidos y me dijo que le gustaría encontrarme. Yo dije “claro”, todo funcionó y ahora siento que es casi mi hermano. Es una gran persona y un guitarrista de excelente gusto. Ama a los Black Crowes. Trae el mismo respeto a nuestra música que yo le mostré a Jimmy por la suya. Y lo podés escuchar. Hizo tres shows con nosotros y cada vez se vuelve mejor y mejor. De verdad encaja como persona y como músico. Estoy feliz de que esté en la banda.

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Rich Robinson, de Black Crowes: cómo llegó a tocar para Jimmy Page, las peleas con su hermano y el guitarrista argentino de la banda