Adidas rompe con Kanye West en una decisin que le costar ms de 1.000 millones en ventas

La empresa deportiva alemana tena un acuerdo multimillonario desde 2013 con el msico para el desarrollo de la lnea Yeezy

“Puedo decir cosas antisemitas, y Adidas no me puede echar”. As alardeaba hace apenas nueve das el afroamericano ms rico de la Historia, Kanye West. Sus declaraciones, recogidas en el podcast Drink Camps, del rapero N.O.R.E. y el disc-jokey DJ EFN, hacan alusin a la oleada de crticas que haba recibido despus de lanzar una serie de atrabiliarios mensajes contra la comunidad juda en diferentes redes sociales, que le haban valido incluso la suspensin de su cuenta en Twitter e Instagram.

Pero era tambin un reconocimiento de los hechos. Adidas, el gigante alemn de la ropa deportiva, no le haba echado. Y no es que West – que ahora responde al nombre de Ye – hubiera hecho ningn esfuerzo por disculparse. Ms bien todo lo contrario.

La semana pasada, el cantante, productor musical y diseador reiter que la idea de que los judos controlan los medios de comunicacin “no es discurso de odio, es la verdad”. Tambin dijo que los judos “son los dueos del voto negro” de Estados Unidos, porque los afroamericanos famosos “tiene que tener un manager judo, o estn en un equipo de baloncesto judo, o hacen una pelcula para una plataforma juda como Disney”.

Entretanto, una cascada de empresas que tienen a Ye como socio en diversos proyectos iba rompiendo los acuerdos con el artista. Balenciaga fue una de ellas. Tambin el mayor banco de Estados Unidos, JP Morgan, aunque en ese caso no est claro si hay alguna relacin con las diatribas antijudas del cantante, dado que la carta en la que la entidad informa a Ye de la cancelacin del contrato es del 20 de septiembre, cuando ste ya haba insultado a media humanidad -incluyendo, por ejemplo, al tercer hombre ms rico del mundo, el francs Bernard Arnault, al que haba acusado, directamente, de asesinar a otro diseador negro estadounidense- pero no a una comunidad al completo, como es el caso de los hebreos.

Pero el mayor socio de Kanye West/Ye, Adidas, segua sin dar un paso al frente. Lo ms que hizo fue anunciar que pona en revisin su colaboracin con el artista, cuya marca Yeezy comercializa en sus establecimientos y en su tienda online.

Pero no fue una reaccin a los comentarios antijudos del cantante, sino a sus diatribas en la Semana de la Moda de Pars, en septiembre, y a una inmensa ristra de insultos que ste haba dirigido contra la propia Adidas en agosto. La paciencia de la empresa alemana era como la capacidad de agredir verbalmente de Kanye West: infinita. De hecho, cuando supo que Adidas se planteaba la posibilidad de cancelar el acuerdo, Ye reaccion con su sutileza habitual y colg un mensaje en Instagram para su socio que deca: “QUE TE JOOOOOODAN ADIDAS YO SOY ADIDAS ADIDAS VIOL Y ROB MIS DISEOS”. La sintaxis de Ye no ser la mejor. Pero su capacidad para transmitir un mensaje directo y conciso parece fuera de discusin.

Hasta hoy. Finalmente, Adidas ha roto su colaboracin con Kanye West/Ye con carcter inmediato con un comunicado en el que ha explicado que “no toleraremos discurso de odio antisemita o de ningn otro tipo”. Ha sido el final de una relacin marcada por los desencuentros entre la, por decirlo de algn modo, voltil personalidad del artista y la preocupacin de la direccin de Adidas por la cuenta de resultados.

Porque la decisin de la empresa alemana de romper con West le va a costar una fortuna. La compaa estima que dejar de vender artculos de Yeezy le va a costar 250 millones de beneficio, lo que supone, por ejemplo, ms de lo que ha ganado en el tercer trimestre del ao. Yeezuy supone nada menos que entre 1.000 y 1.500 millones de euros de ventas para Adidas, lo que significa rentre el 4% y el 8% de su facturacin total. Unas horas despus, la cadena de tiendas Gap tambin anunciaba la retirada de los artculos de Yeezy. Las decisiones de ambas empresas podran costar al artista entre 400 y 1.500 millones de euros. La fortuna total de Kanye West se estimaba, antes de esta crisis, en una horquilla que iba de los 3.000 a los 6.500 millones de euros.