La pelcula que anticip los gritos del Elas Ahuja: cuando la tradicin se convierte en coartada del machismo

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‘El aspirante’, de Juan Gautier, reconstruye los ritos de paso y novatadas en los colegios mayores que construyen una masculinidad hegemnica basada en la violencia, la competitividad y la jerarqua

Triler de “El aspirante”

“El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer. La frase es de Erich Fromm y en su evidencia pretendidamente enigmtica luce en el frontispicio del cortometraje El aspirante, dirigido por Juan Gautier en 2015 y disponible ahora en Filmin. La cinta es apenas un apunte del largo del mismo ttulo cuyo fin de rodaje ha coincidido con los gritos vergonzantes desde las ventanas del Colegio Mayor Elas Ahuja. Las dos pelculas, la extensa y la de apenas 20 minutos, hablan de novatadas, de humillacin, de machismo y de eso que genricamente se ha dado en llamar masculinidad hegemnica. De repente, la realidad antes que simplemente tropezarse con la ficcin la desnuda y hasta la atropella. Los gritos desde las ventanas en ese contexto juvenil performativo no son ms que un ejemplo de lo que podramos llamar novatadas blandas. Es la cara menos espectacular de las otras, que ya estn prohibidas por ley, pero que describen el mismo sustrato basado en la violencia, la competitividad y la jerarqua. No son una excepcin, dice Gautier en calidad no slo de creador de una cinta con ms de 14 reconocimientos en festivales internacionales sino, ya s, de experto en la materia.

Gautier, no en balde, lleva ms de 15 aos estudiando las novatadas y sus derivaciones. Fue en 2006 cuando recibi el encargo de una ONG de realizar un vdeo didctico sobre el asunto. Como hijo del que fuera director del colegio mayor Chaminade de Madrid durante cuatro dcadas, el tema no le era en absoluto ajeno. En ese primer acercamiento se mezclaba documental y fabulacin en lo que sera el germen de todo lo dems tras una ingente cantidad de entrevistas, documentacin, testimonios… Lo curioso es que los vdeos que ahora se han hecho virales, igual que los de aos anteriores, han estado a disposicin de cualquiera en YouTube desde que se grabaron hasta hace unos das. Y, de hecho, siempre han formado parte de la documentacin manejada por nosotros. Por qu han salido precisamente ahora a la luz? Imagino que los caprichos de los fenmenos virales son inescrutables y, por supuesto, la sensibilidad ya es otra, razona Gautier.

Imagen de 'El aspirante', de Juan Gautier
Imagen de ‘El aspirante’, de Juan GautierMUNDO

Para el director lo que cuenta, ms all de lo obsceno de lo evidente, es lo otro. Bajo la apariencia de la tradicin, las que se suponen son las lites del futuro construyen su masculinidad educndose en la obediencia y el mando autoritario. Independientemente del debate de si las novatadas son ms soportables o menos, ms o menos divertidas, ese aprendizaje es claro, dice. Y contina: Hay una cierta propensin a disculpar determinados actos porque en apariencia son consecuencia de una decisin libre. Uno decide si quiere o no pasar por ello. Pero eso falso. La gente que llega de fuera tiene en todo esto la oportunidad de integrarse. Es eso o quedar marginado. Es un juego de supervivencia. Adems, al ao siguiente eres t el que acosa. Al final, todo forma parte de ritos de paso que perpetan un determinado sistema de valores indeseable, machista, acosador y misgino.

El aspirante, el largo, se presenta como un thriller construido alrededor de dos personajes. Uno de ellos es el rebelde, el que adquiere consciencia del error, y el otro, el que descubre el placer del poder: de vctima a verdugo. Lucas Nabor, Jorge Motos, Edu Rosa y Catalina Sopelana encabezan un reparto en el que no es difcil reconocer algunas de las voces que hoy mismo inundan cada noticia o reportaje sobre los ya clebres ahujos y mnicas. La presin del ambiente sobre gente con apenas 18 aos es fortsima. Hay quien ha corrido a demonizar a muchos de los jvenes que han querido disculpar a sus compaeros. Y eso no es as. Son muchos y muchas las que callan para no significarse. Y las y los que lo hacen responden a la misma lgica de las propias novatadas. Por otro lado, es un error creer que todo esto es asunto de ricos y clases privilegiadas. Mi experiencia me dice que es universal y que en los colegios mayores pblicos, el mecanismo es idntico, puntualiza Gautier para el que est claro, con Fromm, que lo que cuenta es romper el marco que permita la posibilidad de desobedecer. Y, con ella, del bien. Y del mal.

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